Pincho de tortilla… ¿Líquida o cuajada?
El pincho de tortilla (ningún madrileño añadiría el apellido «de patatas»… por supuesto se da por hecho) es de esos clásicos que nunca falla tanto si vas con ganas de acompañarlo con una café, con una coca cola o con una caña. Melosa o esponjosa, en la variedad reside el gusto pero seguro que todos estamos de acuerdo en que el formato mazacote es una ofensa para los amantes del pincho y, como puedes encontrar en nuestras etiquetas, las hay para calzar mesas…
La tortilla poco cuajada implica que el huevo se separa de la patata, se «desparrama» y sugiere una mezcla muy atractiva en la boca en la que se mezcla líquido y sólido pero que a mucha gente le da asco. Al contrario, las tortillas esponjosas mantienen la consistencia cuando las cortas y los sabores son compactos, ligados desde el principio. Sin embargo también están los detractores de este formato, en el que cuajado en general implica pérdida de matices.
¡No importa de cuál seas! Aquí seleccionamos dos bares en Madrid, uno dedicado a cada bando, en los que seguro que el pincho de tortilla no os decepciona.
En Chamberí encontramos uno de los templos más galardonados por su picho: El Silkar. Tanto para desayunar como para el aperitivo o incluso como comida rápida si no tienes mucho tiempo, su tortilla de patatas poco cuajada, súper jugosa, con un aceite premium y la cebolla deshaciéndose es digna de visita.
En el barrio de Chamartín está Nago, bar clásico de los de toda la vida con una tortilla de patatas igual, de ésas que gustan si no va mucho la textura del huevo melosa que se lleva más ahora y prefieres el concepto clásico de tortilla cuajadita pero en su punto. Este bar en los desayunos siempre está lleno y lo dicho, si te pides el pincho de tortilla es una apuesta segura.
Y la mejor opción de todas…¡Qué te encanten ambos formatos!