La Fábrica Girona

LA OPINIÓN DEL DESCUBRIDOR

En pleno casco viejo de Girona, en el descanso de unas escaleras de piedra infinitas que seguro que terminan en algún edificio histórico espectacular, como la mitad de esta ciudad, se encuentra le pequeña terraza de este local, especializado en brunchs internacionales, que además tiene aparcamiento de bicicletas.

Lo encuentro lleno principalmente de turistas y ciclistas, ya que tiene una relación especial con este deporte; uno de sus dueños fue ciclista profesional y el local vende botellines para la bicicleta o dispone de una fuente para que los ciclistas rellenen los suyos propios o para que los comensales rellenemos las jarras de agua que hay disponibles en cada mesa.

Es un local amplio con bonita decoración y distintas mesas de distintos tamaños. Ambiente agradable y acogedor.

Se pide y se paga en la barra y luego te lo sirven en la mesa. Escojo un café con leche y una tostada de aguacate con maíz, queso feta y brotes germinados. Rico y contundente, aunque barato no es, pero creo que está en la media de este tipo de establecimiento con oferta de brunch. ¡Volvería!